domingo, 15 de agosto de 2010

ETAPA X SARRIA – MELÍDE

Nos levantamos, desayunamos en el hotel y a rodar. Al principio nos perdimos. Subes a la parte antigua de Sarria y desde ahí desciendes por la vertiente contraria de la loma. Cruzas un puente medieval y el trazado del camino, transcurre por unos robledales (carballeiras en gallego) preciosos, pero con unas cuestas de infarto, en una el GPS, me llego a marcar el 28%, el máximo porcentaje de todo el camino.
El trazado del camino es un continuo sube y baja, por caminos y a trozos por carretera y algunos senderos. Algunos descensos son verticales y con mucha piedra.
A Portomarín hemos llegado las 11:00, cruzando el puente que salva el embalse del rio Miño. El sello de la Iglesia es el que hemos puesto. Nos paramos en un supermercado y desayunamos.
Del pueblo sales por un puente metálico, bastante estrecho y a continuación una fuerte cuesta. En ella, me he encontrado a la mujer que el día anterior estaba en Sarría buscando alojamiento. Me quede sorprendido de encontrármela a las 11 y pico en Portomarín y pretendía llegar a Melíde ese día, andando, no en bici.
El sube y baja ha sido continuo, atravesando numerosos arroyos, la etapa se hace dura por las fuertes pendientes y del continuo sube y baja, que no te hace llevar un desarrollo parejo.
Antes de llegar al alto de Ligonde, hemos parado a llenar agua. La bajada se hace por carretera, al poco de comenzar la siguiente subida, nos hemos encontrado a los Astures.
Al poco de empezar la subida he tenido una avería, al principio pensaba que era una simple salida de cadena, les dije a los demás que continuarán, pero al ver lo que había pasado me dí cuenta de que era algo más grave. La cadena se había salido, pero como iba en cuesta al dar una fuerte pedalada, la cadena se introdujo entre los platos y el eje, intente sacarla pero no podía, movía el plato hacía atrás o delante, pero corría por el hueco donde se había encajado y no salía.
Empecé a ponerme nervioso, la cadena por más tirones que le daba no salía. Por momentos pensaba que tendría que sacar el tronchacadenas, para desmontarla y poder sacarla.
Al final pensé le voy a pegar un tirón que o la saco o la rompo. Cuando pensaba que no iba a conseguirlo, del tirón la conseguí sacar. Perdí cerca de media hora con la avería, pero al final pude continuar.
En Coto he alcanzado a Paula y Roberto, los Asturianos, hemos sellado, Roberto ha comentado que es uno de los sellos más antiguos del camino, también hemos aprovechado para tomar una cerveza y un trozo de empanada. Manolo y José me llamaron antes, para decirme que habían llegado a Melíde.
Los Astures y yo, nos hemos ido a la Pulpería Ezequiel y nos hemos pegado un buen festival de pulpo, cachelos y ribeiro. Que bien nos lo hemos pasado, el pulpo estaba buenisimo, hemos repetido dos veces. El Ribeiro te hace ver todo de forma alegre, jajajajajaja.
Después un buen café y a la pensión, me ha parecido un poco cutre, pero hemos dormido en sitios peores.
Por la noche hemos cenado todos en un italiano, Paula, Roberto y nosotros tres. Después hemos paseado por Melíde, Paula, Roberto y yo. Manolo y José, se han ido a la pensión a descansar.
Nos hemos encontrado grupos de jovenes que viajan al encuentro de Santiago, de vuelta para la pensión, hemos coincidido con el dueño de la pensión de los Asturianos y hemos charlado un rato con él y una familiar que se ha pegado a la reunión.

1 comentario:

  1. Pues si, otra etapa dura, pero no menos bonita. Antes de llegar a Portomarín, en otro descenso técnico, con mucha piedra, otro despiste del Apostol y al suelo el maguzman otra vez, pero esta vez el golpazo lateral es más leve que el del primer día, sólo un culazo y un pequeño latigazo cervical. Menos mal que queda poco, porque a este paso no llego.

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