Parte VII. A menos de 12 horas de marchar.

Llegado este momento yo no puedo evitar la parte emocional de la aventura. Cada uno tiene sus motivos para plantearse este reto. Yo tengo varios motivos: en parte lo hago como aventura, como reto deportivo, con la esperanza de que marque un antes y un después en mi vida, y en este sentido apelo al motivo de fé.
Me acuerdo, y me acordaré a lo largo del Camino, de mucha gente: Compañeros de fatigas que me hubiera gustado que hubieran estado con nosotros en esta aventura; compañeras/os del trabajo con los que uno pasa tantas y tantas horas de su vida, y los lleva muy presentes siempre; amigos, compañeros y familiares que están pasando por malos momentos laborales o de salud; la familia (mis padres, mis suegros, mis hermanos, mis cuñados, mis sobrinos); y como no mi Loli, mi Gaditor, y muy especialmente MI JOSÉ. ¡Va por todos Vds. señores! ¡Qué el Apostol Santiago se acuerde de todos y cada uno de los que yo me voy a ir acordando! ¡Ánimo Gloria, Carolina, Armando! ¡El trabajo tan esperado tiene que llegar, Javi, Manolo Céspedes! ¡JOSÉ, MI JOSÉ: ESTE PARTIDO LO VAMOS A GANAR!